sábado, 17 de agosto de 2013

DONALD JUDD FOUNDATION. Nueva York.


                                               
Judd Foundation. Photo Paul Katz/ © Paul Katz/Courtesy; Judd Foundation Archive
Hace años quise visitar en Nueva York la Donald Judd Foundation, la que fuera casa y estudio desde 1968 del máximo representante del minimalismo. No pudo ser ya que transcurrieron tres años hasta finalizar la restauración del edificio pero por fin se abrieron las puertas en Junio de este año y tuve la suerte de poder visitarla días antes.



En la calle 101 Spring street, en pleno Soho, se levanta un maravilloso edificio de hierro fundido del s XIX.
Este edificio consta de cinco plantas tipo loft donde se distribuía la casa- estudio de Judd. Una planta, una actividad como decía en sus textos sobre el edificio. Y así lo distribuyó, en la planta de arriba se encontraba su dormitorio, con obras de amigos suyos como Dan Flavin que instaló una espectacular escultura de fluorescentes  imitando un muro de ventanas, o una escultura de metal prensado de chatarra de Chamberlain colgando de la pared. En la cuarta planta salón de entretenimiento y comedor. La tercera dedicada su estudio de trabajo y exposición, en el cual destacaba un Fank Stella de grandes dimensiones y muebles de diseño.
Photo Joshua White. Image © Judd Foundation.
La segunda es un espacio reservado a la cocina y closet para los niños con un teatro para entretener a las visitas. La entrada sirve también de exposición,  donde destacaba una escultura de Carl André y obras del propio Judd.
Su filosofía de la instalación permanente es que el lugar de trabajo del artista es crucial para entender el trabajo del mismo. Por ello pidió a sus hijos, Flavin y Rainer, copresidentes de la Fundación que mantuvieran exactamente la casa como la dejó. En ella aparte de sus propias obras también destacan las de Larry Bell, Claes Oldenburg, un fresco de David Novros o muebles diseñados por Alvar Aalto entre otros.

Otra de sus famosas instalaciones permanentes es la que se encuentra en Marfa, Texas donde se fue a vivir en 1971. Allí, en medio del campo pudo llevar a cabo sus principios sobre la instalación permanente y además a gran escala colocando en el paisaje desértico 15 cajas vacías gigantes. También se puede encontrar la Chinati Foundation creada por el y con obra de amigos como John Chamberlain, Dan Flavin, Claes Oldenburg o Roni Horn que sigue sus principios estéticos y de permanencia.



Donald Judd, un artista que aunque no estaba muy de acuerdo con que le encasillaran como minimalista siempre buscaba la simplicidad de la forma y la relación de los objetos en el espacio. Lo que es evidente es que cuanto más simple es la obra, más complejo es su significado.

Básicamente se centró en la escultura, ya que para Donald Judd
"el espacio real es intrínsecamente más poderoso y específico que la pintura en una superficie plana. Lo tridimensional puede adoptar cualquier forma regular o irregular, y puede establecer todo tipo de relación con el entorno o no establecer ninguna en absoluto"

Donald Judd Foundation es un edificio amplio, de grandes ventanales que lo impregnan todo de luz y donde suelo y escaleras de madera antiguas le dan un toque muy decadente. La arquitectura del edificio, las esculturas, sus pinturas y diseño se unen en el espacio creando un ambiente muy especial que nos transporta a una época pasada. Es un lugar que hay que visitar más de una vez para poder absorber todo lo que el artista quería transmitirnos.

Photo Joshua White. Image © Judd Foundation.
 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La próxima vez que vaya a Nueva York no me lo pienso perder, también me ha encantado el de Dia Beacon, que interesante...

Anónimo dijo...

Pues lo siento, pero para mi lo de poner cajas vacías en un paisaje desértico escapa de lo que considero como artistico

Publicar un comentario

Muchas gracias por compartir tus comentarios