lunes, 23 de diciembre de 2013

Formas biográficas. Construcción y mitología individual. Museo Reina Sofia.


Martin Kippenberger.1985. Foto: Alejandra de Argos
La relación entre la biografía del artista y su obra ha sido una constante en el estudio de la historia del arte. Tiene sus comienzos en el Renacimiento cuando Giorgio Vasari reunió notas, anécdotas y material recogido de sus viajes para conformar Las vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos que abarca desde Cimabue hasta Miguel Angel. Solo a partir de la segunda mitad del siglo XX se pone en tela de juicio esta metodología. Las teorías estructuralistas o la deconstrucción de Derrida son nuevas visiones para acercarse al análisis de la lingüistica y del arte.



 Étienne- Martin. Foto: Alejandra de Argos.
Yo iba con la idea preconcebida de encontrarme con grandes obras de artistas relevantes desde el siglo XIX hasta nuestros tiempos. En esta exposición esto es secundario ya que las obras escogidas son meros instrumentos para narrarnos una historia sobre la vida, la identidad, el drama, la memoria y el olvido. Por medio de las formas creativas se va construyendo o reconstruyendo el sujeto dependiendo de los diferentes momentos vitales.  




El hilo conductor sería la mitología individual creada por el autor en relación con su actividad artística como un relato de su propia vida. Aquí es el artista quien la cuenta, no los biógrafos. El telón de fondo sería el literario de la mano de Franz Kafka y Gerárd de Nerval. Kafka marcado en su infancia por la figura autoritaria de su padre y en el caso de Nerval por la muerte de su madre cuando era un niño.



Según iba haciendo el recorrido, ese era el denominador común entre los artistas, una biografía marcada por una infancia, en la mayoría de los casos dramática o difícil que posteriormente les ha llevado a una búsqueda existencial incesante. El arte sirve como vía de escape para canalizar todas esas angustias vitales y como fuente de autoconocimiento porque en el proceso creativo sale lo más profundo de nuestro ser, nuestras pulsiones y deseos. Es como exorcizar los traumas a tavés de la creación artística.


Los motivos mas repetidos en la muestra son los referentes al espacio, la primera habitación, la casa, el cuerpo. Todo ello tiene relación con nuestros primeros años, los que van a conformar lo que será nuestra futura identidad.



Michelangelo Pistoletto. Foto: Alejandra de Argos
Lo primero que nos recibe es una obra de bienvenida de Michelangelo Pistoletto. Acero inoxidable pulido que se convierte en un espejo que anuncia tu llegada y da vida a la obra. El espejo es un primer signo de identidad con uno mismo cuando nos vemos reflejados por primera vez, es un instrumento de identificación. Un recuerdo presente en Pistoletto. Refleja la realidad, no es interpretación. Freud nos hablaba de la importancia que tenía la imagen corporal para la formación del yo.




"El artista no es un elemento separado de su trabajo. Yo soy el artista y la obra al mismo tiempo. el creador y el Universo. El sujeto y su reflejo. El artista y la sociedad." Pistoletto.















En este cuadro de Martin Kippenberger, artista profundamente inspirado en el legado de Picasso, aparece flotando y vestido como el gran artista andaluz en la foto, generando su identidad. Para Kippenberger, el autorretrato es una representación trágica de la propia existencia. 



Paul Klee. Foto: Alejandra de Argos


El dibujo de la habitación de Paul Klee como origen de lo que nos define ya que es donde mas tiempo pasamos y también como primeros recuerdos en nuestra memoria. Según Nerval el nombre patronímico y de la habitación define al individuo.





Paul Klee. Foto: Alejandra de Argos
Mark Rothko. Foto: Alejandra de Argos

Este cuadro de Rothko me sorprendió, acostumbrada a ver sus cuadros místicos de gran formato. Esta representación del pájaro recuerda a la iconografía del surrealismo. Rothko experimentó diferentes técnicas pictóricas a lo largo de su vida buscando respuestas a sus incertidumbres personales que finalmente le llevarían al suicidio.




Philip Guston que tiene mucho que ver con el cómic utiliza como señas de identidad la huellas del pie, los dedos, el ojo. Todos estos elementos identificativos son los que van a generar su arte.



Philip Guston. Midnight Pass Road.1975. Foto:Alejandra de Argos

Philip Guston. Foto: Alejandra de Argos




Eduard Munch es otro de los artista muy interesantes que conforman la muestra. Con una infancia muy difícil ya que perdió a su madre y con un padre muy obsesionado con la religión le marcaron profundamente su obra y su vida. Centrado en sus angustias, son reflejadas en su actividad pictórica como en este cuadro de La madre muerta y el niño. El drama de la vida es otro lugar común.






Louise Bourgeois es un claro ejemplo de como su infancia constituyó su identidad y como su obra es reflejo de ello. El espacio como identidad y la memoria cobran vida en su arte. Está muy presente en ella sus traumas, miedos, obsesiones que nos hablan como un libro abierto de su personalidad. Es imposible entender su obra separada de su biografía. Esta escultura habla de los susurros, en una época que echaba de menos a su madre ya que se trasladó a America a vivir.









Esta obra de Alina Szapocznikow de resina de poliéster era como salida de una Piedad, suspendida en el espacio con sensación de orgánico por el material utilizado y hueca como metáfora de la inestabilidad de su vida. Perdió a su madre en un campo de concentración.

"A través de las huellas del cuerpo trato de fijar en el poliester transparente los momentos fugaces de la vida, sus paradojas y su absurdo. Mi trabajo es difícil, pues la sensación experimentada de forma inmediata y difusa es a menudo rebelde a la identificación. A menudo todo está embrollado, la situación es ambigua, los limites sensoriales están borrados"




Alina Szapocznikow. Piotr.1972. Foto: Alejandra de Argos 


La exposición se cierra con esta escultura de Ray Charles, un niño jugando con un coche. La figura del niño menos definida que el coche centra la atención en el objeto. Nosotros tenemos que rellenar esta obra con nuestra memoria.


  Ray Charles. The new beetle. 2006 Foto: Alejandra de Argos.




Recomiendo visitar esta exposición y recorrer con ella el viaje introspectivo que ofrece. La cual nos conduce a una reflexión vital muy necesaria. 

Me gustaría terminar con una cita... 

"Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los cómos" Friedrich Nietzsche.

Dorothea Tanning. Chambre 202, Hôtel du Pavot. 1970. Foto: Alejandra de Argos

Formas biográficas. Construcción y mitología individual. En el Museo Reina Sofía de Madrid. Desde el 27 de Noviembre del 2013 hasta el 31 de Marzo de 2014.


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